Ransomware bajo control con respaldo y bien implementados

Ransomware

El avance de la tecnología y del ransomware ha puesto en riesgo la seguridad de miles de compañías latinoamericanas. 

Se sabe que este tipo de ataques compromete la disponibilidad y seguridad de los datos, generando pérdidas económicas y daños a la reputación. 

Ahora, ¿cuál sería la clave para enfrentar estos riesgos? Implementar estrategias sólidas de respaldo y recuperación, que aseguren la eficacia, velocidad y confiabilidad en la recuperación de datos ante cualquier incidente.

El último «Reporte de Tendencias de Ransomware 2025» de Veeam, el 21% de las organizaciones latinoamericanas reportaron haber sufrido al menos un ataque de ransomware en 2024. 

Cabe mencionar que, un 34% fue atacado dos veces, un 25% tres veces, y un 20% cuatro o más veces. Aunque estas cifras puedan parecer más bajas en comparación con otras regiones, la amenaza es innegable y sigue en aumento.

El estudio, que encuestó a 1.300 organizaciones a nivel global (200 en América Latina), revela que los delincuentes informáticos están perfeccionando sus tácticas y que los respaldos no son inmunes. 

De hecho, en el 96% de los ataques analizados, los repositorios de respaldo fueron el blanco principal, y en el 76% de los casos, los atacantes lograron comprometerlos. Como verán, esto describe la necesidad de ir más allá de la simple realización de copias de seguridad.

En América Latina, el 78 % de las empresas admite que debe mejorar la coordinación entre sus equipos de TI y ciberseguridad.

Hay señales positivas, ya que se habla de que un 97 % de las organizaciones incrementará su presupuesto de ciberseguridad en 2025, enfocándose en tecnologías de prevención. 

Dicha tendencia refleja una creciente conciencia sobre la necesidad de invertir estratégicamente para proteger los datos, considerados como los activos más valiosos en un entorno digital cada vez más amenazante. La preparación y prevención se consolidan como prioridades clave en la región.

Quizás muchas compañías no lo sepan, pero contar sólo con una estrategia de respaldo no basta, ya que es fundamental implementarla correctamente siguiendo la Regla 3-2-1-1-0.

Pero, ¿qué implica esto? Mantener tres copias de los datos en dos medios distintos, una fuera del sitio, otra fuera de línea y libres de errores. Esta práctica garantiza una recuperación eficaz ante incidentes. 

Además de ello, la Inteligencia Artificial se posiciona como un aliado estratégico en ciberseguridad, ya que permite detectar comportamientos anómalos, anticipar posibles intrusiones, automatizar respuestas ante ataques y optimizar la gestión de actualizaciones. 

La realidad es que hoy ya no se necesita una solución perfecta para estar mejor protegidos, sino que la adopción de buenas prácticas básicas, como la autenticación multifactorial, la gestión proactiva de parches y la capacitación en amenazas como el phishing, puede marcar una diferencia significativa.

¿Cuál es el objetivo? Conseguir una resiliencia de datos que garantice la continuidad del negocio, incluso ante los escenarios más adversos. 

Al final del día, el verdadero valor de una estrategia de respaldo no residirá sólo en evitar pérdidas, sino en asegurar que, pase lo que pase, las organizaciones puedan seguir adelante.

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(S.M.C)