Prevención contra ransomware: estrategias para proteger datos

 Ransomware.

La prevención es clave para luchar contra el ransomware. De hecho, nos recuerda la crucial tarea de proteger nuestros datos, ya que cada día para los ciberatacantes es una nueva oportunidad de ataque. 

Por tanto, en un entorno de amenazas en constante evolución, dependiendo de una revisión anual de nuestras defensas, es un lujo inaceptable. 

Sabemos que los datos son el corazón de toda organización, ya sea pública o privada, en el sector salud, financiero o cualquier otro, exigen una protección continua y proactiva.

¿El malware? Al parecer, sigue siendo el principal vector de pérdida de datos, y el ransomware, con su capacidad de cifrar información vital y paralizar operaciones, emerge como una de sus formas más dañinas. 

Las estadísticas de 2024 revelan un preocupante aumento del 11% en los ataques de ransomware a nivel global, alcanzando los 5.414 incidentes reportados. 

Dada la sensibilidad de estos ataques, es probable que la cifra real sea significativamente mayor, anticipando un 2025 con un potencial récord en este tipo de ciberamenazas. Ante este panorama, la mentalidad de «a mí no me va a pasar» representa un riesgo inasumible. 

En este sentido, las compañías deberían evolucionar de una postura reactiva a una proactiva en sus estrategias de ciberseguridad, no solo por su propia supervivencia, sino también en cumplimiento de las crecientes regulaciones internacionales en materia de resiliencia cibernética.

Desgraciadamente, la tradicional póliza de seguro que representaban los sistemas de respaldo ya no es una garantía absoluta. 

Los hackers han puesto su foco en estas defensas, buscando vulnerarlas una vez que accedan a los sistemas de una organización, con el objetivo de inutilizar las copias de seguridad, dificultando, prolongando y encareciendo la restauración.

Quizás muchas empresas no lo sepan, pero el costo más significativo de un ataque de ransomware reside en el tiempo de inactividad. Cualquier interrupción puede provocar graves pérdidas financieras y dañar irreparablemente la reputación. 

Estudios recientes, revelaron una preocupación casi unánime (93%) por el impacto del tiempo de inactividad, y un 100% de las organizaciones reportaron pérdidas de ingresos vinculados a interrupciones en el último año. 

Teniendo presente la parálisis que puede generar un ataque de ransomware, la implementación de tecnología y procesos de protección robustos es una necesidad apremiante.

Si bien realizar copias de seguridad sigue siendo fundamental, ya no sería suficiente. La implementación de capacidades avanzadas de protección de datos se convierte en el escudo que permite a las empresas anticiparse y recuperarse rápidamente de los ataques de ransomware y otras ciberamenazas. 

Esto implica un enfoque dual:

-Copias de seguridad periódicas, inmutables e indelebles: 

Es importante asegurar la existencia de «instantáneas» de los datos que no puedan ser modificados (por ejemplo, cifradas) ni eliminados, incluso si los atacantes obtienen credenciales de administrador. 

Se dice que dicha inmutabilidad y la imposibilidad de borrado son cruciales para garantizar la integridad y disponibilidad de las copias ante un ataque.

-Infraestructura para una restauración veloz ya escala: 

Es clave contar con la tecnología necesaria para recuperar los datos críticos rápidamente. Ten presente que las soluciones de almacenamiento basadas en flash de última generación han revolucionado la velocidad de restauración.

Pero, ¿qué permite esto? Recuperar cientos de terabytes por hora, lo que automáticamente reducirá el tiempo de inactividad de semanas a horas.

La capacidad de restaurar rápidamente servicios críticos se ha convertido en un requisito normativo en ciertos sectores. 

Vale mencionar que la Ley de Resiliencia Operativa Digital (DORA) de la UE, vigente desde enero de 2025, exige que los sistemas bancarios críticos se recuperen en menos de dos horas en caso de desastre, un estándar difícil de alcanzar con soluciones de protección de datos precarias. 

Es probable que esta tendencia de exigir una recuperación rápida se extienda a más países e industrias.

Sabemos que la protección de los datos es clave, pero contar con una estrategia post-ataque también lo es. Es más, cuando el almacenamiento principal queda inaccesible por investigaciones forenses, las empresas pueden quedar paralizadas. 

En ese caso, para mitigar este riesgo, algunos proveedores ofrecen acuerdos de nivel de servicio (SLA) de recuperación ante ransomware como parte del modelo STaaS (almacenamiento como servicio). 

Por lo tanto, estas soluciones te garantizarán un entorno limpio y funcional tras un ataque, con soporte técnico incluido. 

Así, aunque el sistema original esté comprometido, se puede acceder a un reemplazo operativo en pocas horas, lo que te permitirá una recuperación rápida y segura de las operaciones empresariales.

El Día Mundial del Respaldo es un recordatorio valioso, pero en el dinámico panorama de amenazas actuales, las empresas necesitan adoptar estrategias avanzadas de protección de datos para asegurar su tranquilidad los 365 días del año.

Por ende, invertir en una infraestructura de TI preparada para el futuro e implementar un plan de protección de datos sólido y moderno, que abarque procesos eficientes para la salvaguarda y recuperación de la información, son los pilares para mitigar los ataques cibernéticos y minimizar los costosos tiempos de inactividad. 

En conclusión, la resiliencia y la agilidad ya no son opcionales, son la base para la supervivencia y el éxito en la era digital.

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