
Seguramente, alguna vez formateaste tu disco por error y tus archivos desaparecieron para siempre. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, tus datos aún están ahí.
Ahora, la clave para recuperarlos con éxito depende de un factor crucial: el tipo de formato que hayas realizado. Ten en cuenta que es un proceso que prepara un disco duro o una unidad de almacenamiento para su uso. Aún así, no todos los métodos son iguales.
La diferencia entre recuperar casi todos tus datos y perder la mayoría de ellos puede ser tan simple como elegir la opción de formato correcto.
Formateo rápido vs. Formateo completo: la batalla por tus archivos
Más allá de que ambos procesos parecen similares, su impacto en tus archivos es radicalmente distinto.
-Formateo rápido:
Es como si eliminas el índice de un libro, pero dejas todas las páginas intactas. El sistema operativo borra la «tabla de contenido» que le dice dónde están los archivos, haciendo que el espacio sea «libre».
Sorprendentemente, el 88% de los datos puede ser rescatado después de un formateo rápido, lo que lo convierte en un método poco destructivo para la recuperación.
-Formateo completo:
Este proceso es mucho más agresivo. No solo elimina la tabla de contenido, sino que también describe cada sector del disco con ceros.
Dicho método puede tardar horas en completarse y, en esencia, es un «adiós» a tus datos. La tasa de éxito en la recuperación de archivos después de un formato completo se desploma a un mínimo del 15%.
La clave del éxito en la recuperación
El tipo de formato es, sin duda, el factor más importante para la recuperación de datos. Si has usado un formateo rápido, la mayoría de las herramientas de software de recuperación de datos tendrán una alta probabilidad de éxito.
Por el contrario, un formato completo hace que la recuperación sea una tarea casi imposible sin la intervención de un laboratorio profesional.
Herramientas de recuperación: ¿cuáles son las mejores?
En caso de que te encuentres en la situación de necesitar recuperar datos, tienes dos opciones principales:
-Herramientas gratuitas:
Para usuarios ocasionales, opciones como Recuva ofrecen una tasa de éxito de hasta el 76% para formatos rápidos. Es una excelente opción para recuperar documentos o archivos multimedia de forma sencilla.
-Software profesional:
Si tus datos son críticos, herramientas como Tenorshare 4DDiG o Disk Drill pueden lograr una tasa de éxito superior al 88%.
Estas aplicaciones ofrecen escaneos más profundos y son capaces de reconstruir archivos que las herramientas gratuitas no pueden.
La prevención es el mejor plan de recuperación
Más allá de entender los tipos de formato, la mejor estrategia es siempre la prevención. Implementar un plan de respaldo es tu mejor defensa contra la pérdida accidental de datos.
- Método 3-2-1: La regla de oro. Ten tres copias de tus archivos, en dos medios diferentes (por ejemplo, en tu disco duro y en un disco externo), y mantén una copia fuera del sitio (como en la nube).
- Herramientas del sistema operativo: Tanto Windows con su Historial de archivos como macOS con Time Machine ofrecen soluciones de respaldo automáticos y gratuitos que pueden salvarte de cualquier imprevisto.
En resumen, la próxima vez que necesites formatear, recuerda que el formateo rápido te da una segunda oportunidad. Pero para la tranquilidad total, asegúrese de tener siempre un respaldo.
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(S.M.C)