Mi puerto USB o disco duro externo no aparece

Puerto USB

Conectar un puerto USB o un disco duro externo debería ser tan simple como «enchufar y listo». Sin embargo, la frustración llega cuando el ordenador no reconoce el dispositivo, impidiéndote acceder a tus archivos importantes. 

Ahora, no te preocupes, ya que en la mayoría de los casos, este problema es una falla menor de configuración o de hardware que puedes resolver fácilmente.

Antes de entrar en pánico, prueba estos simples pasos:

1-Prueba con otro puerto USB

Un puerto USB dañado, sucio o con poca potencia es la causa más frecuente del fallo. En este caso, solo conecta tu dispositivo a un puerto diferente del ordenador. Parece sencillo, pero a menudo es la solución.

2-Revisa el cable o adaptador (discos externos): 

Si estás usando un disco duro externo, el cable podría estar deteriorado o no hacer buen contacto. Por ende, sustituirlo por uno compatible o probar con otro adaptador USB-C (en portátiles modernos) descartará este problema rápidamente.

Que el dispositivo no aparezca en el explorador de archivos no significa que el sistema operativo no lo haya detectado.

En Windows (Administrador de Discos)

  1. Accede al “Administrador de discos” (puedes buscarlo en el menú de inicio).
  2. Busca tu unidad USB o disco externo en la lista de unidades conectadas.
  3. Si aparece, pero sin letra asignada: ¡Bingo! Este es el motivo por el que no es visible en el “Explorador”.
  4. Haz clic derecho sobre la unidad, selecciona «Cambiar letra y rutas de acceso de unidad» y asígnale una letra. El dispositivo debería aparecer de inmediato como cualquier otra unidad.

En macOS (utilidad de discos)

  1. Abre la opción “Utilidad de discos” (lo encuentras en “Aplicaciones”/”Utilidades”).
  2. Verás si el dispositivo está listado, aunque no se muestre en el Finder.
  3. Montaje Manual o Reparación: Desde este menú, puedes intentar montar la unidad manualmente. Si hay errores, usa la opción “Primera ayuda” para intentar reparar la unidad y que vuelva a funcionar con normalidad.

En conclusión, siguiendo estos pasos, en la gran mayoría de los casos, tu memoria USB o disco externo volverá a ser accesible en segundos. Recuperar tus archivos importantes no tiene por qué ser un dolor de cabeza.

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(S.M.C)